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Pilar Lobato, fundadora de Joyas Antiguas Sardinero

Joyas Antiguas Sardinero, nace por la pasión por las joyas antiguas y fruto de muchísimo trabajo y esfuerzo diario. El empeño de poder dar continuidad a piezas maravillosas y que los clientes puedan disfrutar y dar una segunda vida a estas piezas de la orfebrería y el diseño.

Piezas únicas y exclusivas que esconden un gran valor sentimental que solo algunas personas saben apreciar para darle otra oportunidad.

Joyas clásicas de máxima calidad gracias a los materiales de los que están hechas como oro, oro blanco, diamantes y piedras preciosas que hacen que duren eternamente. La calidad es mejor que la cantidad, por lo que una pieza de estas ya será un tesoro de por vida.

Con una primera tienda cercana a casa de sus padres, Pilar Lobato, decide comenzar este maravilloso proyecto. Sin apenas financiación, ni apoyo, quiso cumplir su sueño de comprar y vender tesoros.

Su primer recuerdo de la infancia con las joyas como referente es ver a sus abuelas, sus tías y su madre, rodeadas de joyas, ya que las mujeres de su familia siempre han sido entusiastas y fieles compradoras de piezas increíbles. En su primera comunión ya decidió que prefería una sortija de una bicicleta, dejando claro su amor por las joyas.

Tengo muchos recuerdos del mundo de la joyería, ya que mis padres siempre han sido apasionados en este tema. Mi padre ha regalado a mi madre joyas exquisitas toda su vida”. Reconoce que su mundo siempre ha estado rodeado de estas bellezas.

Pilar asegura que el proceso de compra y búsqueda de joyas ha ido cambiando a lo largo de su trayectoria. Aunque siempre se ha centrado en comprar a particulares, que “es donde realmente se pueden adquirir los tesoros más especiales”, comenta.

La historia que más le ha marcado de una joya es cuando una señora le vendió tres sortijas con brillantes de gran tamaño y en momentos distintos para poder pagar el Master de sus nietos. “Siempre digo que las joyas pueden ser un valor de inversión que muchas veces nos sirven para este tipo de situaciones o soluciones”.

Entre las joyas más especiales que han obtenido en Joyas Antiguas Sardinero, Pilar menciona un collar que perteneció a la Reina Victoria Eugenia. Por circunstancias de la vida, la familia que lo tenía, tuvo que venderlo por problemas de herencia. Una maravilla realizada en oro y plata con esmeraldas y diamantes de gran tamaño que estuvo expuesta en la feria de Madrid, Feriarte.

Joyas Antiguas Sardinero comercializa productos a partir del siglo XVIII, ya que es en el momento en el que las joyas se hacen más exquisitas y la orfebrería se vuelve excepcional. Las tallas de las piedras son más regulares consiguiendo una mayor armonía en las piezas.

Admite que cuando sus clientes entran a la joyería no saben si mirar a la derecha o a la izquierda con tantas piezas dentro de las vitrinas. “Pero es cierto que enseguida entablamos una conversación y nos cuentan si buscan unos pendientes especiales para casarse, una sortija de pedida o simplemente un auto regalo, lo que hace más fácil poder ofrecerles los productos adecuados a sus búsquedas”.

Algunas de las celebridades más importantes de nuestro país como Marta Lozano, Teresa Andrés Gonzalvo o Amaia Salamanca, eligen Joyas Antiguas Sardinero para sus eventos más importantes.

“Ellas vienen a nuestra joyería para buscar una pieza especial que capte todas las miradas. Se dejan asesorar por nosotros porque, aunque suelen tener una idea acorde con sus looks, al final se acaban llevando la joya que más ha llamado su atención a primera vista y que será el complemento ideal para darle el toque más elegante a sus looks”.

Su consejo para una persona que quiera comprar o regalar una joya vintage es que vaya a una tienda especializada donde puedan asesorarle y explicarle qué valor tiene la pieza que va a adquirir. Pero sobre todo, lo imprescindible es que pidan una factura donde se explique detalladamente qué es lo que están adquiriendo, el material de la pieza, las piedras, los quilates y el precio.

El principal consejo básico para cuidar las joyas y que duren eternamente, es simplemente manipularlas con cuidado y mimo, y limpiarlas con agua y jabón neutro. Si fueran necesarios otros cuidados, es mejor preguntar al profesional que será el que indicará los pasos a seguir.