El icónico palacete del siglo XIX pone al descubierto su magnífica terraza
para huir del calor entre platos de corte asiático y cócteles refrescantes.

La terraza cubierta del Fortuny Home club denominada como La Cúpula Garden
Si hay una leyenda en Madrid es Fortuny, un lugar que ha dado cobijo a estrellas de Hollywood, personajes de la jet-set y aristócratas que se han codeado con los madrileños durante 25 años. Ubicado en el distrito de Almagro, este palacete de estilo francés del siglo XIX de la calle Fortuny siempre ha sido sinónimo de las noches más inolvidables, así como de las fiestas y eventos más glamurosos.
La terraza cubierta del Fortuny Home club denominada como La Cúpula Garden es una oda al “sistema Fortuny”: con una estructura de hierro y tela que dimensionaba la escena a través de la luz y bajo la que se presentó Tristán e Isolda de Wagner, en Milán.
Una escenografía que estos meses de verano se abre por completo y se traduce en una propuesta gastronómica que da inicio con cócteles de corte italiano –como el Negroni Fortuny o el Sbagliato della Cúpula– y platos refrescantes como el gazpacho de fresón con picadillo de gambas; berberechos de Noia al aroma de coco y lima, la ensaladilla rusa casera con buey de mar o los taquitos de salmón con aguachile de maracuyá y chips de plátano. Seguidos por una ventresca de atún rojo con escabeche blanco; o las sepietas de playa con habitas, jamón y huesitos fritos de codorniz.
Fortuny también plasmó en sus piezas el arte japonés y el modelado occidental, técnicas que se reflejan en una carta paralela que integra platos de corte asiático: como la tempura de langostinos o el isiyaki de vaca madurada en tataki, a los que se suman nigiris, rolls y makis.
Inaugurado a finales de los años 90, hoy Fortuny se renueva también con una sorprendente propuesta gastronómica de la mano del restaurante italiano Benedetto y una coctelería de autor y de altura como Henriette; así como un club nocturno que se ampara bajo el nombre de Morris Club: cuatro espacios que cuentan con su propia personalidad y carácter, pero que juntos son capaces de brindar una experiencia completa que se inspira en el universo del artista Mariano Fortuny y Madrazo.

En Henriette Cocktail Bar, ubicado en la primera planta, la inspiración llega directa de Adèle Henriette Elisabeth Nigrin, musa y esposa de Fortuny, así como la creadora de la túnica Delphos que liberó a la mujer del corsé. Arriba, en la segunda planta, Benedetto Restaurant ofrece una cocina refinada italiana, que rinde los honores al comerciante y amante de las artes Benedetto Pesaro, que dio vida al Palacio Fortuny de Venecia.
Toda esta propuesta encuentra su punto álgido con Morris Club, un espacio multidisciplinar cuyo nombre proviene de William Morris, máximo representante del movimiento Arts & Crafts en Gran Bretaña: un sitio donde tomar una copa, divertirse y sorprenderse mediante contenidos y experiencias memorables.
La leyenda que siempre ha sido Fortuny para los madrileños sigue brillando con fuerza, incluso durante estos meses en los que el calor no da tregua, haciendo de su terraza y espacios gastronómicos el perfecto refugio para huir del calor. Y, por supuesto, disfrutar.


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