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Visitamos el estudio del artista, pocos minutos antes de que recibiera la buena noticia de su primer Premio López-Villaseñor de Artes Plásticas en Ciudad Real, y charlamos sobre el motivo de su participación, comienzos y maneras de dar distintos enfoques.

Emocionado y agradecido recibe Joaquín la noticia mientras paseamos entre sus obras, rodeados de personajes que nos miran y aunque no todos con gesto amable, en ese momento de emoción nos lo parecía.Estoy feliz de recibir un premio en mi ciudad, un concurso que me retrotrae a mis inicios hace ya treinta años, casi a la par del nacimiento de este concurso“, asegura Joaquín, recordando aquel año del 91 en el que colgaba el cuadro en las paredes del museo, ese que consiguió el cuarto premio, años después vendría el segundo y este 2020, tan triste y dramático para todos, parece querer despedirse dándole una alegría doble, premiado y en Ciudad Real, localidad a la que se siente muy unido y aunque no reside en ella desde hace años, no ha perdido el contacto con su gente, amigos y colegas que celebran junto a él lo que este reconocimiento simboliza. “Es estupendo ver un concurso en el que se muestren alternativas artísticas de múltiples estilos, ver cómo el arte local se empieza a promocionar ofreciendo  las mismas posibilidades que a los artistas de fuera, hay mucho de lo que hablar sobre la parte creativa que hay a nivel local, asegura Joaquín, que comparte este momento con el artista Francisco Gálvez, también de Ciudad Real y galardonado con el tercer premio por su obra “La amistad según Frank B (Every picture tells a lie)”. No dudamos en hablar con Paco al conocer la buena noticia y preguntarle qué supone este premio después de unos años sin exponer en Ciudad Real. “Supone visibilidad y poder mostrar mi trabajo, es un impulso para afianzar la propuesta que planteo, comenzar nuevos proyectos y dar continuidad a los que hay en curso. Estoy muy contento porque me lo concede el Ayuntamiento de mi ciudad, y aunque parece un aspecto secundario, me genera satisfacción y cierto orgullo, porqué no decirlo”. Francisco reparte su actividad profesional entre la docencia, en la Escuela de Arte y Superior de Diseño “Pedro Almodóvar” de Ciudad Real y el diseño gráfico. Ha participado en varias exposiciones colectivas y quizá, en un futuro próximo podamos disfrutar de una individual con su firma, como ya ocurriera hace unos años con Sinóptica, su única exposición individual hasta la fecha. Conocido y valorado es el fanzine visual Deadwax que Autoedita desde hace cinco años.

Ambos agradecen el valor de los organizadores del certamen al arriesgar celebrando este concurso en tiempos de COVID-19, con garantías de seguridad y gran acogida. “Me complace ver que el número de participantes ha aumentado a 130 respecto a los 90 del año pasado”, comenta Joaquín que da fin a uno de sus objetivos, ver como la colección pictórica del Ayuntamiento cuenta con una de sus obras, lo que supone una gran aportación, teniendo en cuenta la trayectoria exitosa y reconocida a nivel internacional del artista que sigue marcándose metas a corto plazo, New York, Miami son algunos de los objetivos a lo que seguro también dará fin.

Joaquín Barón, primer premio por la obra ‘Get into the groove’: Crónica social donde conviven personajes de distintas razas y clases sociales, con diferentes problemas, un espejo de la sociedad en la que unos viven plácidamente mientras que otros lo tienen más difícil.

Francisco José Gálvez,  tercer premio por la obra titulada ‘La amistad según Frank B (Every picture tells a lie)’: Una pieza más apoyada en una serie de imágenes poco formales basadas en el collage que revela el propio proceso de construir, una imagen que no es unitaria y aparece mezclada junto a otras como ciertas tentativas que no acaban de concretarse.

El próximo 18 de diciembre, se celebrará la entrega de premios a los ganadores en el Museo del Quijote de Ciudad Real.

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