fbpx

Poco antes de la sesión de fotografías dedicada a su reciente colección cápsula la diseñadora Isabel Zapardiez, creativa y fundadora de la firma que lleva su nombre, nos habla del camino que ha recorrido hasta llegar al momento de éxito que disfruta en la actualidad tras 20 años de carrera.

Isabel Zapardiez, diseñadora de moda

La diseñadora Isabel Zapardiez, posa en el hotel Radisson Red de Madrid durante la entrevista. Fotografía: Raquel Merino

La timidez, esa cualidad que puede parecer un defecto en principio, se torna atractiva y conductora de la búsqueda de un refugio especial en el que sentirse seguro. Gracias a esa timidez Zapardier encontró su lugar en el mundo, un lugar cargado de belleza y creatividad, justo lo que desprenden sus diseños. “Las creaciones a ese punto de ensoñación y belleza exagerada me gustan, siempre que sepas que eso es una ensoñación, una fantasía. Si lo vendes como tal, es perfecto”.

Dedicada al mundo de novia y fiesta con gran éxito desde hace años, su pasión es la Alta costura. “Me apasiona hacer novias pero lo que me gusta especialmente es la Alta costura potente, de verdad. En España es muy puntual, clientas europeas que nos visitan o españolas que viven en Miami y nos conocen. Para mi es un terreno de inspiración que traslado a un vestido más real”, detalla Zapardiez. 

Diseño colección cápsula de Isabel Zapardiez

Diseño colección cápsula de Isabel Zapardiez

“No me tengo que adaptar a la sostenibilidad porque ya estaba adaptada. Siempre he creído en el armario inteligente”

 

Desde sus talleres de San Sebastián y Pamplona, ubicados estratégicamente para dar cobertura a sus clientas, Zapartiez asume el mando de su casa con pasión, seguridad y ganas de ampliar e ir a más. “Hemos conseguido crear una marca con identidad, somos muy pequeños pero osados al desfilar en la Barcelona bridal week, plataforma a nivel internacional con mucho prestigio. A menudo actuo como si me pusiera en un precipicio y yo sola me empujara al vacío. ¡Yo soy así!”. 

Esa determinación y facilidad  para actuar sin pensar tanto, ha sido clave a lo largo de su carrera en la que ha pasado por diferentes etapas de aprendizaje y experiencias, reflejando siempre lo que ocurre a su alrededor y anticipándose a las tendencias. “Ahora se habla constantemente de la sostenibilidad. Yo no tengo que adaptarme porque siempre ha sido una filosofía nuestra. Llevo 20 años con la idea del armario inteligente, es triste que a una mujer de 40 le suponga un drama tener un evento porque no sabe qué ponerse, es un absurdo. A los 25 años ya conoces tu cuerpo perfectamente. Si empiezas a construir un fondo de armario te va a acompañar durante tu vida. Es lo que creo y creía hace veinte años, sigo fielmente esa idea”.

 

¿Cómo adaptar esa idea de sostenibilidad a tus colecciones?

Cuando hablamos de ready to wear la idea es hacer colecciones que sean series pequeñas con costura accesible para otro tipo de momento o eventos, ropa para mujeres profesionales que tienen que desenvolverse en una actividad en la que necesitan tener prendas de calidad que les solucionen. Son conjuntos que se complementan entre ellos y encajan muy bien para combinarlos.

 

¿Cómo defines tu manera de diseñar?

En Alta costura parece que siempre es seda, pero yo no lo creo, me ha gustado descontextualizar, lo llevo haciendo años. He utilizado neoprenos, algodones, pieles ecológicas, me gusta esa parte, y también en la ropa. Descontextualizar utilizando una chaqueta de esmoquin con camiseta de rayas ir a trabajar y de noche, quitar la camiseta y ponerte unos pendientes para ir a un evento. Con pocas cosas se puede facilitar la vida a las mujeres. 

 

¿Qué aporta la experiencia de vestir a  medida?

Merece la pena hacerse un traje a medida en la vida, es una experiencia única para un momento especial. Es la primera vez que se entiende de donde sale la ropa, que no aparece en una cadena comercial, que lo hacen personas y se hacen conscientes de quiénes son y cómo es su cuerpo. Es fundamental, ver qué les hace sentir bien y mal, ese análisis es algo que se llevan para siempre, y luego viene la experiencia de aprender a tocar un tejido, sentirlo, qué sensaciones vas a tener, ver cómo un trozo de tela se adapta a tu cuerpo y ver que tu cuerpo no es imperfecto. Lo imperfecto es una ropa hecha para unificarnos a todos. 

¿Qué cambios de peso planteas en tu trabajo?

No descarto abrir en Madrid y centrarme en la Alta costura, pero sé que todo lo que haga crecer ese tipo de línea de negocio despista el taller, y el alma soy yo. La clienta está conmigo y necesita mucha dedicación. Hago el diseño, patronaje y corto todos los vestidos de colección. Es tan exigente y son tantas horas que a lo mejor no me ha permitido hacer crecer el negocio hacia otras ramas. 

Soy una persona muy creativa y amo mi trabajo por encima de todo. Ahora necesito enseñar en el momento en el que me encuentro, que con todo lo que se ha hecho, con los conocimientos técnicos que tengo, se pudieran construir otras cosas en las que participen otras personas porque yo sola no puedo con todo. Creo que siempre hay que rodearse de gente que sepa hacer y que vayan sumando, crear un buen equipo. 

Making off del shooting colección cápsula de Isabel Zapardiez. Vídeo: Raquel Merino

Related Articles

Related