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Amable, accesible y algo impaciente me recibe Raúl Martins  deseando probar un nuevo acabado en una de las paredes de su estudio, un estudio que transmite paz con raudales de iluminación natural, colores neutros y variadas piezas de cerámica artesanal que se agrupan en  una gran mesa central a la espera de encontrar nuevo sitio. “Estamos de cambios”, advierte, pensando que reina el caos cuando en realidad mi sensación es de espacio relajado, acogedor, signo del toque de Raúl que ni queriendo podría aportar fealdad a cualquier espacio al que se enfrenta.

“Hay un punto de armonía, equilibrio, un punto de no fealdad, es como un cuadro. Puedes hacer un cuadro que pretende expresar más que generar belleza, también ocurre con los espacios, quieres expresar un montón de cosas”.

 

Este año se cumplen 20 desde que firmara su primer proyecto, ese al que se enfrentó con respeto y desconocimiento fruto de su juventud. El resultado fue impecable al igual que su participación en el concurso con el que dio el pistoletazo de salida hacia el éxito. “Casa Decor hizo un concurso de jóvenes talentos y sin planteármelo gané, me dio un training con Pascua Ortega de 6 meses y al final me quedé 5 años, estaba feliz a pesar del ritmo acelerado al compaginar con mi propio estudio. Después trabajé con Isabel López-Quesada durante ocho años en los que aprendí muchísimo hasta que decidí no colaborar y centrarme en mi estudio”. Un estudio en el que trabajan seis personas y colaboradores que hacen posible abarcar un proyecto en su totalidad. 

Locales comerciales, hostelería, pero sobre todo viviendas repartidas por el mundo. Gracias a eso ha conseguido mantener el ritmo en esta nueva realidad que tanto castiga a casi todos los sectores económicos. “Nosotros no nos hemos visto muy afectados, la facturación se ha mantenido y las proyecciones a 6 meses siguen siendo buenas. Las cosas van a cambiar, el teletrabajo se va a mantener y al estar más en casa surge la necesidad de verla impecable».

 

Cambio de rumbo

 

Casas que varían según el cliente, para lo que Raúl cambia de registro siempre con un nexo que lo hace reconocible. “Hay un algo que yo pienso que no pero ahí está, de hecho un año en Casa Decor hice algo muy explosivo de color pero me seguían reconociendo”, comenta sorprendido, tanto como lo estuvo en aquel momento en que su padre, reticente en un principio a que dedicara sus años de formación a la decoración, cambiara de opinión. “Estudiaba ciencias políticas guiado por la opinión de mi padre y mi tutora, y no me disgustaba pero en tercero de carrera mi padre entendió que son muchos los años que uno pasa trabajando como para ser infeliz y me acompañó visitando todas las escuelas de Madrid. Acabé en la politécnica, toda la familia estudió allí. Pude compaginar políticas con interiores, fue duro pero posible”. 

 

Sus espacios no son fruto de prisas ni impulsos, llevan varias vueltas. “Me dejo llevar poco, soy muy pensado” dar vueltas a las cosas y encajar sus ideas con las del cliente. “Influye mucho quien tengo en frente, los centros tienen que ser bonitos, bellos desde el análisis personal que tiene que coincidir con el cliente, trabajas  para una persona que no eres tú”.

 

¿Los clientes te dan libertad para diseñar sus espacios?

Me suelen dejar total libertad, cuando te contratan para hacer algo creativo no tiene sentido que te controlen, otra cosa es diseñar para empresas por ejemplo, estamos trabajando en un hospital en Barcelona, un policlínico que tiene un perfil estético del que no debes salirte mucho. Se trata de un hospital 5 estrellas que es por lo que entro yo, no solo por bonito también por el servicio al cliente, un trato más humano, cuarto bonito, comidas buenas, si tiene algún requerimiento lo saben por entrevista previamente. La idea es que estés como en casa, y también cuidan del equipo médico, que tengan confort y descansen, es importante que el médico transmita que está a gusto. Es un concepto que en España aún no se ha hecho. 

 

¿Alguna vez  ha rechazado un proyecto? 

Sí,  porque no había química, porque no te identificas, no sé hacer cosas que me pidan si me veo disfrazado, en esos casos tienes claro que no va a salir bien, tu cabeza funciona de una manera y si vas a un sitio al que no quieres ir, no funciona.

 

LUZ Y COLOR, QUE NO FALTEN

 

¿A qué dar prioridad con un presupuesto reducido?

Un buen proyecto es el que responde a su función y creo que hay que dar prioridad a las dos cosas, la funcionalidad y la estética. Es importante la estructura pero hoy en día hay cosas muy baratas y no tienes porqué sacrificar la decoración, solo con una elección correcta del color y la iluminación, aunque sea una bombilla colgada del techo, la luz de pantalla, es perfecta para crear un ambiente bello. Lo que hay que tener es paciencia, que es una cosa que hoy no trabajamos nada.

¿Qué no falta en tus proyectos?

Arte y antigüedades, son elementos clave junto con la piedra, cerámica, maderas no tratadas.. En este momento estoy metido en un proyecto junto a otros dos socios, de venta online de arte, escultura, mobiliario, productos diseñados por mí y producidos por artesanos y artistas españoles. La idea es democratizar y dar exclusividad, que eso que compras solo lo tengas tú, no queremos industrializar nada. Hay una tendencia internacional de la artesanía pero el lujo es que tengas a una persona tejiendo para ti con materiales naturales y no tiene que ser necesariamente caro.

“LAS PRISAS NO SON BUENAS, NO FUNCIONAN EN DECORACIÓN Y EN CASI NADA”

 

¿Cuál es el error más común a la hora de decorar?

Las prisas y no controlar la escala. No hago un salón que no se use, ha cambiado la idea de utilizar habitaciones solo para escaparate, ahora vemos cocinas en mitad de la casa, algo ha cambiado, no escondemos según que cosas.

¿La creatividad es innata o una habilidad?

Es innata, pero como todo en la vida el trabajo equilibra, hay una parte de sensibilidad que tiene que ser innata, como los dones de la vida, hay que encontrarlo y no es fácil. Como decía un slogan, la pasión sin control no sirve de nada, puedo ser muy creativo pero si no me siento en un ordenador a ver las proporciones y dibujar no sirve de nada. 

¿Es posible innovar?

Depende de cuales sean tus fuentes, lo importante es investigar un poquito, a todos nos llega lo mismo. Si no profundizas y miras más allá no llegará la innovación, tienes que ser un poco esponja y no solo de lo que tienes al lado. Hoy en día puedes viajar sin excusas, por 50 euros se puede viajar a París para visitar una feria en el día.

¿Proyectas igual para decorar tu casa?

En casa experimento, pruebo, cambio cada año, es como las modistas de hace 40 años, practicaban en ellas mismas. Es una manera de domesticar la técnica, ves mucho y quieres cambiar, probar cosas que te encantan, como una lámpara espectacular que vi para un cliente y al final la he pedido para ponerla en el hall del estudio. 

¿Con qué disfrutas más?

Diseñar mobiliario, prototipos, me lo paso fenomenal. También me gusta el montaje de mesas, me entretiene. Hace poco la revista AD me encargó una mesa de domingo y me pareció interesante hacer una mesa sin pretensiones utilizando lo que tengo en casa, ramas de un árbol, frutas, resultó una mesa muy bonita

“LA LEY FALLA, NO HAY UN GRADO DE PROTECCIÓN”

 

¿Qué opinas del trato de la administración al urbanismo?

España no es un país conservador con la arquitectura, Se han desecho de edificios emblemáticos para levantar otros que no me explico cómo están. Hay una dejación de la administración y la ley falla, si el ayuntamiento se le escapa estaría mal hecho, dicho eso, los jueces juzgan con las leyes que les dan, y si son malas, poco se puede hacer.

¿Deseos por cumplir?

Hacerme una casa en Lisboa, estoy en ello.

¿Proyectos a la vista?.

Estaré en Casa Decor, el espacio ya está asignado. Otro proyecto muy bonito es el del hospital en Barcelona y la tienda online que me apetece mucho.

Dejamos a Raúl dispuesto a visitar su último destino en busca de nuevos tesoros.

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