fbpx

La melancólica llegada del otoño tiene como contrapunto alegre la llegada de las setas: ¡nada me gusta más que unos buenos boletus!

Para dar buena cuenta de unos magníficos que he encontrado, he puesto esta mesa con unos maravillosos platos de Limoges diseñados por Alberto Pinto. Cada uno es una seta distinta. Los he puesto sobre un mantel antiguo blanco de damasco de hilo.

Los manteles blancos nunca fallan. Para subir un poco el color y siguiendo con los ocres otoñales, he sacado a pasear estas increíbles copas sopladas a mano en Mallorca por Gordiola. El modelo se llama Soraya en honor de la ex emperatriz de Irán para quien las diseñaron. Los cubiertos de mango de falso carey (aptos para el lavaplatos) son franceses y los platos de pan una manualidad hecha por mí pegando una copia de las setas del plato en unos platos de cristal de Zara Home.

El centro de mesa son tres tomateras metidas en un cesto de mimbre. He enloquecido un poco con el tema otoñal (lo confieso) y he añadido unos pájaros de pita, unas velas ocre y unas calabazas de cerámica compradas en El Almacén de Loza. Lo que más quebraderos de cabeza me ha dado es la servilleta ¡he probado unas cinco opciones distintas! (Y he acabado con la primera que había puesto).

Espero que os guste a vosotros la mesa y a mis invitados el risotto de boletus que he aprendido a hacer esta misma semana! ¡Glups! ¡Ojalá salga bien! 

Related Articles

Related