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Hablar deWilliam Morris, es hablar de artesanía que se ha convertido en arte. El arte de hacer de lo cotidiano algo exquisito”. Bajo este principio y en palabras del propio autor, Jean Porsche, la creación de este escaparate es una oda al color con un mismo patrón, pero en dos gamas y texturas distintas. Su creación es una combinación sencilla pero elegante, muy en la línea del mundo inglés: atrevido en su decoración, pero sobrio y singular en su tradición y estilo de vida que se mantienen a lo largo del tiempo.

Dos biombos que se tamizan con las mesas dispuestas en el espacio, ambos revestidas conel papel pintado Burnt Orange Sky del Bachelors Button enmarcan el conjunto decorativo. Mientras que un sofá escandinavo de los años 60, tapizado con tejido del mismo diseño Bachelors Button Leaf Green Sky también de Morris & Co.

Cornubia, cobra especial relevancia y forma el eje central dela escena. A los colores dominantes de la colección de Morris, se añade un tercer color igualmente intenso, el azul, presente en los jarrones de estética oriental que decoran las mesas y enfatizan el diseño del papel y el tejido. La obra del reconocido interiorista permite descubrir una maximización armónica de elementos, manteniendo la coherencia sin prescindir de la riqueza en textura y color.

El equilibrio por Jean Porsche

Todo se encuentra en equilibrio en esta creación. La simetría de los elementos, los cuadros estudiadamente dispuestos en línea y flanqueando el centro de la escena, el número de elementos decorativos sobre y bajo las mesas y el espejo en forma de cruz que inevitablemente despierta la curiosidad del espectador con su original diseño.
Una lección de interiorismo que muestra que elementos atrevidos, coloristas y con el diseño como protagonista, funcionan a la perfección y crean una atmósfera agradable y acogedora si cada pieza se coloca en el lugar adecuado.

De algún modo, la innovadora y atenta mirada de Jean Porsche, permite definir el equilibrio bajo la base de “Los elementos naturales tan característicos de William Morris, que evocan un paisaje campestre. Pieza imprescindible resulta el panel a modo de pared que corona el ambiente
tras el sofá, y sobre él, un espejo que nos invita a encontrar el reflejo de lo que buscamos en los sueños más preciados, calidez, tranquilidad y descanso”. Armonía a la manera de Jean Porsche.

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