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El jazz es un género musical que proviene de la ciudad de New Orleans y otras zonas del estado de Luisiana, donde en la segunda mitad del siglo XIX llegaban grandes remesas de esclavos africanos, fundamentalmente de la parte occidental de África. Los africanos aportaron una nueva forma de hacer música, más libre y rítmica, con mucho swing y emoción en sus interpretaciones. Era una música diferente a todo lo anterior, ya que no se leía, sino que brotaba del alma y se producía en cada momento, por lo que dependía mucho de la implicación de sus intérpretes.

A partir de 1865, con la abolición de la esclavitud en EEUU, muchos negros comenzaron a tocar el piano, un instrumento que anteriormente habían tenido prohibido y comenzaron a surgir nuevos ritmos adaptados a las antiguas melodías de baile y a la tradición musical africana. A esta nueva forma de hacer música se le denominó “ragtime”. Los primeros intérpretes de Ragtime tocaban en locales de comida rápida, cafeterías y tugurios, por míseros salarios o simplemente por las propinas.

 

A comienzos de la década de 1900 los músicos de color interpretaban canciones alegres y desenfadadas, donde se daba mucha más importancia al sonido conjunto de la banda que a las improvisaciones en solitario de sus músicos, buscando ya estructuras rítmicas menos africanas y con un predominio de los instrumentos más portables como los de viento-metal (trombón, trompeta, clarinete y la tuba), el banjo, la caja y los platillos, ya que la idea era tocar sobre la marcha, denominándose este estilo primigenio de jazz como Dixieland.

Generalmente este tipo de música se tocaba en la calle, incluso para desfilar, pero fuera de este ámbito su campo de actuación se redujo a burdeles, circuitos teatrales y locales exclusivamente para negros en los estados sureños de EEUU.

Sin embargo, la mezcla entre los negros, blancos y criollos del Delta del Misisipi fue lo que desarrolló e impulsó este género musical. Precisamente el éxito obtenido por las grabaciones realizadas a partir de 1917, por el grupo de músicos blancos denominado la “Original Dixieland Jazz Band”, provocó que el Dixieland comenzara a ser un estilo reconocido en el resto de EEUU.

Posteriormente, a comienzos de la década de 1920 se desarrolló otro estilo denominado Jazz de New Orleans, donde las melodías eran más pulidas y con mayores recursos técnicos. Era una música fuertemente disciplinada, todavía casi “cerrada” a la improvisación, donde el ritmo fluía “casi a modo de trote”, en típicos esquemas alegres de notas repetidas, estando aún muy cerca aún del ragtime. En los grupos de Jazz de New Orleans los instrumentos principales eran el trombón, el piano, el banjo, la tuba, la trompeta, el clarinete y la percusión.

Grupo de Jazz de New Orleans

Debido al cierre de barrios negros en New Orleans por parte de las autoridades de la época, muchos músicos de color se trasladaron durante la década de 1920 a Chicago, que gozaba por entonces de una agitada vida nocturna y tenía famosos clubs de Jazz para tocar, en donde su estilo comenzó a ser imitado por jóvenes estudiantes blancos para luego comenzar a tocar de tú a tú con ellos, en lo que se denominó el estilo de Jazz de Chicago.

Grupo de Jazz de Chicago

El jazz de Chicago se diferenció del Dixieland y del jazz de New Orleans, en tener un mayor nivel de improvisación individual, introduciendo melodías paralelas y donde cada vez más se buscaba sustituir la rítmica africana imprimiendo un swing más dinámico y moderno, por lo que fue un salto importante para la evolución del jazz.

También se produjo una economía de recursos, sobre todo en la cantidad de instrumentos utilizados. Empezó a destacar el saxofón en los solos improvisadosel clarinete comenzó a disfrutar de un protagonismo que no tenía en New Orleans. En el trascurso de la década la guitarra también reemplazaría al banjo y la tuba desaparecería asumiendo su papel el contrabajo.

A partir de esta época el jazz pasará por notables cambios de estilos y formatos y se producirá una fructífera competencia, en donde negros y blancos se disputarán históricamente la hegemonía para generar el mejor swing.

En poco tiempo estos músicos de Chicago se trasladaron a otras ciudades y empezaron a conseguir éxitos en Nueva York, California y otros lugares de EEUU, convirtiendo el estilo de jazz de Chicago en un fenómeno de masas en Estados Unidos.

Resaltar que a mediados de la década de 1920 surge la figura mítica del cantante y trompetista Louis Armstrong, que supo destacar por la creatividad de sus improvisaciones y la facilidad con la que ejecutaba sus ideas musicales, encontrando el equilibrio entre su fuerte personalidad y talento con el colectivo de músicos con los que tocaba. Louis tocó en orquestas de Nueva Orleans, incluyendo aquellas que viajaban en barco por los ríos de la zona, como posteriormente en las bandas más influyentes de Chicago e incluso New York, convirtiéndose en un clásico y siendo enormemente influyente y reinterpretado dentro de la historia del jazz.

 

El trompetista Louis Armstrong

Las big bands

 

En la década de 1930 en Nueva York se desarrolló una nueva forma más comercial de hacer jazz, como resultado de la migración masiva de músicos de Chicago hacia la ciudad de los rascacielos;. La principal característica del nuevo estilo de Jazz fue la formación de grandes orquestas, denominadas Big Bands, siendo uno de sus principales artífices el pianista y compositor Duke Ellington. Este proceso no se desarrolló exclusivamente en Nueva York, puesto que en otros lugares como Kansas tuvo lugar una evolución similar, siendo la big band de Count Basie la más popular.

La característica más conocida de las big band es el swing como elemento rítmico que además incitaba al baile, destacando como rey del swing el director de orquesta y clarinetista Benny Goodman. Este estilo de Jazz dio lugar a grandes improvisadores como el saxofonista Coleman Hawkins, el baterista Gene Krupa, el clarinetista Artie Shaw o el pianista Art Tatum que también ayudaron a romper las barreras raciales en la industria musical norteamericana.

Hasta esta época está claro que el mundo del jazz ha sido desde siempre un club masculino. Quizá porque los locales de música en directo no eran lo más aconsejable para una «señorita respetable», fueron pocas las mujeres que llegaron a ser instrumentistas profesionales.

Sin embargo, en la década de 1930 comenzaron a destacar tres grandes vocalistas como Billie Holiday, Sarah Vaughan y Ella Fitzgerald que ya cantaban con frecuencia en varios clubs de Nueva York, o la novedad de la época: las big band formadas exclusivamente por mujeres.

El jazz muy pronto se extendió fuera de Estados Unidos y en la década de los 30, Europa había engendrado a un puñado de músicos innovadores y genuinos, como el guitarrista gitano Django Reinhardt, destacado animador de la vida nocturna parisina con su forma característica de improvisar. Su música es el resultado de la fusión entre el swing y la tradición musical gitana del este europeo, lo que se conoce en inglés con el nombre de “gypsy jazz” y en francés como “jazz manouche”.

El bebop y el inicio del jazz moderno

 

Las orquestas pequeñas de la Era del Swing contribuyeron a preparar el terreno para la nueva revolución del jazz, por lo que en la década de 1940 se fue abandonando la parafernalia comercial de las grandes big bands, aunque eso implicase no alcanzar la gran fama que tenían en su época músicos como Goodman o Ellington.

El declive de las big bands de swing dio lugar a un nuevo tipo de música radicalmente diferente denominado “Bebop”, basado en la velocidad y el virtuosismo de las interpretaciones, de forma que pocos se atrevían a bailarlo y por primera vez en la historia del jazz, los aficionados a esta música se ganaron la reputación de ser oyentes atentos que se quedaban sentados y se abstenían de conversar mientras los intérpretes actuaban.

Los músicos bebop ponían el acento en el papel del solista al servicio solo de su propia música. La sección rítmica se simplificaba al piano, al contrabajo que crecía en importancia y a la batería, más audaz a la hora de apoyar a los metales (normalmente saxofonistas, trompetistas y a veces trombonistas). Se introdujeron nuevas paletas tonales y fraseos más irregulares y largos, abandonándose la melodía en favor de la improvisación. También se adoptó el formato de combo con muy pocos músicos y se adoptó un look característico en el que no podía faltar el sombrero o las gafas de sol.

Esta música era bastante más compleja de escuchar y alguien ajeno a ella se podía perder en sus revolucionarios matices técnicos. Los exponentes principales del bebop fueron Charlie Parker, Dizzy Gillespie, Bud Powell, Thelonious Monk, Dexter Gordon o Sonny Sttit y sus nuevas concepciones musicales eran tan sorprendentes que su música se enfrentaba a la reacción negativa de muchos jazzistas y aficionados de la época, llegando a afirmar que el Bebop había hecho retroceder veinte años a la música.

Dizzy Gillespie

Con el bebop el jazz también se vuelve más individualista que nunca y los solistas principales eran admirados por su personalidad, virtuosismo y rebeldía sin concesiones, asociándose a una imagen de movimiento underground ó alternativo que a pesar de sus posteriores evoluciones sigue vigente en la actualidad.

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