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El cool jazz

A finales de la década de 1940, surgió tanto en la costa este como en la oeste de EEUU una reacción contra el bebop. Con el tiempo, este movimiento tuvo el nombre de “Cool jazz debido a las sesiones de grabación de 1949 y 1950, ahora conocidas como “Birth of the Cool” (el nacimiento del cool), donde el trompetista Miles Davis encabezaba un conjunto de nueve músicos formado entre otros por el pianista John Lewis o el saxofonista barítono Gerry Mulligan que destacaban por sus texturas instrumentales brillantes, sus ritmos tranquilos y delicados y su discreto carácter melódico y lírico.

En los años siguientes, Davis y sus antiguos colegas llevarían la “escuela del cool” a la primera fila del jazz. Los intérpretes de cool jazz más destacados atrajeron a un público híbrido, consiguieron éxitos ocasionales en las emisoras de radio y un público receptivo en los campus universitarios y otros lugares a los que los intérpretes de bop rara vez se aventuraban.
Él cool jazz perduró en la década de 1950, e incluso en la década de los 60, el propio Miles Davis alcanzaría el estrellato con la publicación del “Kind of Blue”, el álbum de jazz clásico más vendido de todos los tiempos y una declaración definitoria de la estética del cool.
Otros artistas vinculados con el cool fueron el trompetista Chet Baker, el saxofonista Stan Getz o el pianista Dave Brubeck, que junto al saxofonista alto Paul Desmond grabaron el tema “Take Five”, uno de los más conocidos y emblemáticos de este movimiento.

El hard bop

En la década de los 50 y 60 muchos músicos se rebelaron contra las atmósferas contemplativas del cool jazz y reivindicaron el retorno del jazz a sus orígenes, con especial acento en la energía y la espontaneidad de la música. El elemento rítmico quedaba reforzado, y los solos, derivados del lenguaje de los músicos bebop adquirieron más fuerza y vitalidad, conformando una música agresiva, intensa y
popular, pero de gran calidad al mismo tiempo.

El hard bop tuvo especial incidencia en los músicos de color de las ciudades de los Grandes Lagos, como Chicago o Detroit. A ellos, les gustaban las improvisaciones a pleno pulmón, los sonidos cálidos y los ritmos explosivos con especial acento en la energía y la espontaneidad de la música.
Casi todas las actuaciones de hard bop presentaban un combo pequeño, por lo general piano, bajo y batería, apoyando a una línea frontal de entre uno y tres metales. Saxo y trompeta eran una combinación especialmente popular, pero a veces se añadía el trombón. También surgió como alternativa popular una fórmula diferente alrededor del órgano Hammond, la guitarra eléctrica y el saxo tenor, especialmente en los álbumes más vibrantes de la época. 

Art Blakey líder de The Jazz Messengers

La música era instrumental casi por entero y los temas solían tener partes muy pegadizas que alternaban con improvisaciones de gran calidad y técnica por parte de los solistas. Aunque algunas composiciones del hard bop se hicieron muy famosas y podían conseguir éxitos comerciales, sus grupos rara vez incluían vocalistas. Muchos fans, no obstante, tarareaban sus composiciones de forma inconsciente siguiendo su fuerte e hipnótico ritmo.

Son muchos los músicos destacados que hicieron muy popular este estilo, como por ejemplo los bateristas Max Roach y Art Blakey (líder y fundador de la banda más famosa de la época “The Jazz Messengers”); los saxofonistas John Coltrane, Sonny Rollins, Cannonball Adderley, Phil Woods, Hank Mobley, Joe Henderson, Pepper Adams, Benny Golson, Jackie McLean o Stanley Turrentine; los trompetistas Woody Shaw, Lee Morgan, Freddie Hubbard, Donald Byrd, Blue Mitchell, Art Farmer o
Clifford Brown; los pianistas Horace SIlver, Bobby Timmons, Horace Parlan o Duke Pearson, los contrabajistas Paul Chambers y Charles Mingus y los guitarristas Wes Montgomery y Grant Green.

 

A Love Supreme del saxofonista Jonh
Coltrane es considerado como uno de los discos de jazz más importantes de la historia.

La influencia de todos estos músicos, dotados de una técnica insuperable con sus instrumentos y de un estilo vibrante, sigue patente y notoria en la actualidad, donde muchos intérpretes de jazz continúan consiguiendo importantes éxitos, gracias al sonido tan característico y llamativo creado por estos genios del Jazz.

El jazz fusión

En la década de 1970, el jazz se había ganado un nivel de legitimidad y un caché cultural sin precedentes e incluso empieza a formar parte del programa oficial de algunas de las instituciones académicas más prestigiosas.
El ascenso del Rock representó una valiosa oportunidad para reforzar el diálogo entre el jazz y la música comercial. Básicamente el Jazz Fusión consiste en la fusión de diferentes estilos musicales de la época, donde se incorporan toda clase de instrumentos electrónicos al Jazz, como la guitarra eléctrica, el bajo eléctrico y los sintetizadores, utilizándose estructuras rítmicas y armónicas relacionadas con el rock.
Por este motivo a este estilo también se le conoce como Jazz Rock.

Una de las principales características del Jazz fusión es que prácticamente no utiliza la voz y busca improvisaciones largas, para hacer temas relajantes a modo de pequeñas sinfonías electrónicas muy gratas de escuchar. Las mejores obras de fusión eran innovadoras y ampliaban el vocabulario del jazz en un momento en el que (en particular después de la última etapa de John Coltrane), muchos llegaban a la
conclusión de que todo lo que podía hacerse en el jazz ya se había hecho.
En paralelo al movimiento del Jazz Fusión hay que constatar que todos los antiguos estilos del Jazz se siguieron tocando.
Como siempre, Miles Davis consigue nuevamente estar en la onda en el momento justo, reuniéndose con los músicos perfectos para grabar uno de los álbumes más míticos del Jazz Fusión: “Bitches Brew”, publicado en 1970. Este fue el primer disco de oro de Davis​ y vendió más de un millón de copias.

“Bitches Brew” se grabó sin ataduras en formato de “jam session” y la mayoría de los músicos que intervinieron lideraron poco después formaciones míticas del Jazz Fusión, como por ejemplo: Wayne Shorter (saxo soprano) y Joe Zawinul (teclados) fundaron el grupo Weather Report; Chick Corea (teclados) creó el proyecto Return To Forever; John McLaughlin (guitarra eléctrica) fundó su grupo Mahavishnu Orchestra; Bennie Maupin (clarinete bajo) formó parte del proyecto Headhunters liderado por Herbie Hancock.
Posteriormente, a finales de la década de los 70 y en la década de los 80 la influencia estilística del rhythm and blues, el funk y el pop sobre el Jazz Fusión, permitió otras formas más populares y elegantes de hacer jazz como son el Jazz Pop o el Smoth Jazz.
Algunos exponentes de estos nuevos estilos más comerciales de Jazz fueron el guitarrista George Benson, con álbumes muy famosos como “Breezin” (1976), en los que primaba su faceta como cantante, el trompetista Chuck Mangione o el cantante Al Jarreau.

El grupo The Yellowjackets, por su parte, exhibía un sonido a medio camino entre el jazz fusión más experimental y el soul. En los años 1980, la banda Spyro Gyra obtuvo un éxito comercial sin precedentes con una música que mezclaba elementos del pop ligero, el soul y el jazz fusión, desempeñando un importante papel al familiarizar al público con los sonidos del jazz.
Por tanto, el movimiento de Jazz Fusión tuvo una gran importancia en la evolución del jazz moderno hasta nuestros días, coexistiendo y beneficiándose del intercambio con otros estilos populares de hacer música.

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