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Fotografía: Inma Mariscal

Su apuesta se centra en la espacialidad más que en la temporalidad, con colecciones que son parte de una misma historia, donde la sostenibilidad no es solo un concepto, sino una realidad.

 

Paula Currás es la persona que da forma y sentido a Corsicana, una marca que proyecta emoción y empieza a ser referencia por su atractivo estilo arquitectónico, fruto de su formación como arquitecta, y su marcado trabajo en el mundo de la moda sostenible emanado de su preocupación por el medioambiente.

La reutilización de prendas dando importancia al estilismo es una de sus herramientas para generar básicos de la firma con una imagen siempre fresca. «Algunas prendas se mantienen de colección a colección, como hilo conductor; otras, son “nuevas apariciones”. Se trata de un proceso de decisiones que Paula disfruta especialmente. “La moda es elección y emoción. Saber escoger qué diseñar, qué adquirir, qué ponerte, cómo mostrarlo…; y lo que sientes o proyectas cada vez que tomas una de esas decisiones”, asegura.

 

Su Desafío: “Compaginar el ritmo de la moda de los últimos años, con un ritmo más pausado, que permita a firmas emergentes poder hacerse un hueco entre ellas”.

 

Fotografía: Inma Mariscal

Fotografía: Inma Mariscal

El coleccionismo y la versatilidad son otros de los principales pilares sobre los que se fundamenta la marca a la que da forma Paula, cuya inspiración surge de cualquier cosa. Una película, algún personaje diferencial, un viaje o algún hecho autobiográfico, una imagen, una canción y algo de todo ello, pone nombre a la colección. Eso sí, el resultado siempre será una historia sobre un espacio”, comenta Paula Currás, a la que lejos de afectar estos tiempos de pausa, ha supuesto una oportunidad de formarse y establecer nuevos órdenes. “Hemos aprovechado para seguir trabajando y buscando alternativas en la marca. Hemos traído de nuevo a la mesa proyectos no desarrollados. Al final, Corsicana es aún pequeñita y no ha notado grandes cambios, sino que hemos crecido gracias a un ritmo pausado que nos beneficia”.

Fotografía: Andreea Todorache

Fotografía: Andreea Todorache

¿Qué mensaje os interesa transmitir con vuestros diseños?

La perdurabilidad de las cosas nos lleva a defender la atemporalidad, a no pensar tanto en una primavera-verano, otoño-invierno, sino en colecciones o volúmenes de prendas, eliminando el componente temporal y centrándonos, en dónde y cómo lo llevas, más que de cuándo es la pieza.

¿Qué es lo que más disfrutáis de vuestro trabajo?

Ver que cada vez hay más gente que confía en Corsicana, que cuentan con nosotras para colaborar en proyectos interesantes y que la acogida de las colecciones llega aún más lejos.

¿Qué tiene a su favor la moda para sobrevivir en malas épocas?

Al final la moda es una expresión cultural con una dimensión utilitaria. El diseño supone una expresión de su tiempo, es un espejo que refleja lo que sucede; aunque a veces ese espejo tenga filtros, distorsiones, decoraciones…no siempre te devuelve el mismo reflejo y eso es lo emocionante.

 

Fotografía: Inma Mariscal

¿Cambiaríais algo de la industria si pudierais?

Entre algunas cosas, los tiempos y calendarios. Son necesarios, especialmente para conseguir la estabilidad y perdurabilidad de una marca; y aunque no es algo particular de esta industria -sino de nuestro modo de vida, en general-, creemos que todavía no están adaptados a modelos más pequeños y emergentes: todo pasa muy deprisa.

¿Algún proyecto que os haga especial ilusión?

Estamos muy ilusionadas con muchas de las cosas que están sucediendo internamente: Hemos comenzado con la producción para puntos de venta, y así llegar a más público. También hemos realizado recientemente dos colaboraciones con otras marcas más grandes y una cápsula para los próximos meses, además esperamos mostrar una nueva colección completa en septiembre…

 

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